Checo kun's real

Bienvenidos a reseñas de anime, estilo cinemanía, con un poco de humor y minimizando el spoiler, con el fin de picarle la colita curiosidad al lector que se pregunta ¿me animo a ver esta serie?

viernes, 2 de julio de 2010

Shakugan no Shana

Título original: 灼眼のシャナ
Le querían poner: Shana Shana colita de rana
Terminaron poniéndole: Shana la de ojos de fuego
En Galicia le hubieran puesto: Chana la de cabellos y ojos rojos de fuego y ¡olé!

Ahora cambiemos de género respecto a los anteriores animes review. La serie en cuestión cuenta con dos temporadas, ambas animadas por J.C. Staff y basadas en las novelas ligeras de Yashichiro Takahashi e ilustradas por Noizi Ito, obviamente llevadas después al formato manga. La premisa de esta historia es algo compleja, con arquetipos clásicos de las historias de fantasías. Dos bandos perfectamente bien diferenciados, los Guze no Tomogara (habitante carmesí, entiéndase, los malos) son una especie de comedores de almas o como le llaman en la serie, devoradores del “poder de existencia” de los seres humanos (pobres humanos, tan lejos de Dios y tan cerca del mal) mientras que del otro bando, están las Flame Haze (neblinas llameantes), quienes hacen contrapeso al combatir a los Tomogara y colocar antorchas (esto es, residuos de alma) en los lugares donde los humanos fueron devorados, con el fin de mantener el equilibrio (es decir, minimizar las entropías generadas por la glotonería de los Tomogara) para que al mundo no se lo cargue el payaso. Sencillo, ¿verdad? Ah, por cierto, los Flame Haze no son precisamente unas hermanas de la caridad, pues si necesitan echar mano de un humano medio muerto para compensar el equilibrio, les vale un comino que sea hombre, mujer, niño, anciano o quimera.


Shana, la cazadora de ojos y cabellos de fuego

En medio de este conflicto, se sitúa el protagonista, Yuuji Sakai, un chico común, con sus broncas normales, de buen corazón, sencillito, medio acomplejado por momentos pero muy noble. Sin querer queriendo un día se mete en el camino de un Rinne (objetos sirvientes de los Guze no Tomogara) tipo Garbage Pailkid (los rinne suelen tener aspectos sacados de la isla de los muñecos xochimilcas) y justo cuando iba a ser devorado ¡zaz!, de la nada, aparece una chavita de cabellos y ojos rojos (la doble de Ranma mujer… ja, mentira) para salvarlo… (o podría haber sido la chapulina colorada…). El asombro de Yuuji es doble cuando la chica le confiesa una gran verdad: ya no existes (te cargo el payaso, o mejor dicho, el Garbage Pailkid). Ups, santos dramas y conflictos sin entender, pues el Yuuji de plano no acepta que ya tan sólo es una antorcha y que de un momento a otro, se le va a apagar el fuego de su amor de lo que queda de su existencia y pues, se tiene que resignar a su inexorable final (cuando una antorcha se apaga, se desvanece cualquier prueba de que esa persona existió).

Yuuji y Shana, otra pareja cómico-dramática tipo Ranma-Akane o Inuyasha-Kagome

Ante esta terrible declaración, cualquiera podría darse un tiro, pero el buen Yuuji es un tipo optimista y decide seguir a Shana en su cacería de Guze no Tomogaras, mientras que Shana decide no quitarle la mirada seductora de encima pues Yuuji es un mistes, una especie de cajita musical que guarda objetos creados por los tomogara. ¡Y vaya que lo que trae dentro el chavo no es cualquier objeto! Please, no piensen mal, ¡no sean cochambrosos! Así, Shana se convierte en una más de las chicas de su clase, y sin querer queriendo, más niños de la clase de Yuuji se verán envueltos en esta guerra no clásica del bien contra el mal.

El género de fantasía siempre ha cautivado al ser humano, es más, a partir de los estudios de Freud y principalmente de Jung (ambos eran entusiastas estudiosos de las mitologías y cosmologías de las culturas del mundo), se considera que incluso son una forma necesaria para descargar energías reprimidas. Por eso no me extraña que el género de fantasía sea tan recurrente, tanto en el anime como en el cine. Ahora bien, habiendo muchos clichés (los malos que quieren dominar al mundo sin importar los medios, los héroes buenos incólumes al dolor y todo sacrificio, la doncella cautiva por el dragón y obvio el infaltable príncipe azul) en este tipo de historias, ¿qué puede tener un anime de este tipo para que sea atractivo? Y he aquí el secreto de esta sencilla serie, que sin ser muy famosa y aparentemente “pan con lo mismo”, recurre tanto a las fórmulas ya probadas pero principalmente, proporciona algunos elementos frescos que la hacen muy atractiva (principalmente la primera temporada): personajes muy bien definidos, que pese a sus poderes, tienen debilidades y miedos, unos villanos de apariencia noble y atractiva pero dispuestos a usar cualquier medio sin compasión para alcanzar sus fines, y en medio de esto, unos chicos de preparatoria que al quedar en medio del conflicto de las fuerzas beligerantes, deberían descubrir si son sinceros con sus propios sentimientos, sin importar que estos puedan ser correspondidos con la misma intensidad (esto, vaya que provocará que más de uno se quiera cortar las venas). Obviamente, el romance va a estar de la mano con las batallas más candentes a lo largo de la serie.

El género de fantasía, sea en la literatura, el anime o el cine, seguirá cautivando por mucho tiempo.

Echando un vistazo a los personajes, sin duda el dúo Shana-Yuuji es de esas parejas cómicas estilo Akane-Ranma, Kagome-Inuyasha, en donde aunque al principio sea la necesidad lo que los hace estar juntos (Ranma mantenido por la familia Tendou mientras que Kagome e Inuyasha unidos en búsqueda del Shikon no Tama), irremediablemente se descubren uno en el otro para formar un equipo invencible ante casi cualquier adversidad. Aún así, hay también otros personajes que entran en este juego de relación de “te quiero pero no te quiero” como la inocente y dulce Kazumi Yoshida y el mejor amigo de Yuuji, Hayato Ike. Las otras neblinas llameantes de importancia son la sexy y vengativa Marjorie Doe (interpretada por mi seiyuu favorita, Hitomi Nabatame), una descocada rubia que busca al Tomogara Plateado para partirle su mandarina. Su objeto mágico (las neblinas llameantes llevan un objeto mágico, que es en realidad un caballero carmesí, entidad que le proporciona poderes especiales) es un libro todo loco llamado Marcos, al que le encanta echarle carrilla a la Marjorie, sobre todo, cuando se le pasan los tragos. La otra neblina de importancia es Wilhelmina Carmel, antigua instructora y tutora de Shana, quién a pesar de tener traje de mucama, no sabe cocinar ni un carajo y toda la comida que hace es de microondas. Bueno, a pesar de esa apariencia, es de las neblinas llameantes más poderosas.

Y falta hablar de los villanos, quienes al igual que las neblinas llameantes, tienen sus títulos nobiliarios medio chaqueteros que a veces dan un poco más de risa en lugar de imponer respeto. Si bien algunos van siendo eliminados en el camino, los que conforman la trinidad de Bal-Masqué marcaran la pauta. Este trío lo conforman la tres ojos tuerta Bel-Peol, al parecer la mera-mera petatera, Sidonay Metamorfosis, quién se convierte en una mezcla bizarra de glifo y otros mounstruos y la inocente ¡sic! súper poderosa Hecate, quien en su versión chibi tiene sus mejores encontronazos con Shana (vean los spin-offs, llamados Shakugan no Shanatan).

Bien, pues si eres fan de las historias rosas con un poco de oscuridad y buena dosis de acción, sin duda es el ánimo adecuado para ti. En octubre de este año (al parecer) ya se tiene confirmada la tercera y al parecer, última temporada, en dónde esperemos se resuelvan varios de los hilos que dejaron pendientes en la segunda. Vale decir también, que a pesar de que la primera temporada es más vertiginosa que su secuela, en esta última se cuenta con unas batallas más espectaculares y más misterios (cómo, quién diablos es el Plateado y quién es el constructor del hougu (objeto mágico creado por los Tomogara) de Yuuji Sakai. En fin, tratando de anticipar sobre la tercera temporada, y de acuerdo con los contenidos de las novelas ligeras, de las que se han editado 18 tomos, se espera la participación de otros personajes relacionados con Wilhelmina y sus antiguos compañeros de aventuras amorosas de viaje Pheles y Johann, además del ansiado final del conflicto entre Shana y Kazumi Yoshida, el cual puede ser algo trágico, así como la evolución de Yuuji y la decisión que tendrá que tomar pues Bal-Masqué está más que decidido a extraerle su cajita feliz, digo, su hougu a Yuuji; si Marjorie Doe tendrá su venganza… Bien, todas estas dudas y más, tendrán próximamente su conclusión. Por lo pronto, les deseo éxito y que se diviertan un rato con esta recomendable serie.

Shana y Marjorie Daw
Y bueno, cómo se ha hecho costumbre en este blog, les dejo un PV.  La canción es "Sociometry", ending de la parte dos de la segunda temporada, interpretada por Kotoko. 

1 comentario:

Spirit_w dijo...

Excelente review, me divertí mucho leyéndola, buen trabajo :D se la voy a enseñar a un amigo para convencerlo de que vea el animé y el manga (novelas no, ni traducciones hay, haha).